En La Vaquería Montañesa te saludaremos desde la barra de mármol, te acomodaremos en una de las mesitas redondas de STUA para que te tomes un aperitivo fino. Verás tu reflejo es un espejo de los cincuenta que diseñó Jacques Adnet para Hermés. Te instalarás en una de las mesas de madera finlandesas de Artek diseñadas en los cincuenta por Ilmari Tapiovaara, una casa fundada en 1935 por cuatro idealistas entre los que estaba Alvar Aalto, quien ha llegado muy alto.
Te sentarás en sillas Ton, hechas a mano una a una en un pueblo checoslovaco. Te serviremos en la vajilla francesa Jars de una familia de ceramistas que trabajan juntos desde 1857. Te quedarás de tertulia en los Love Bench, unos bancos románticos de madera ingleses para sentarte de dos en dos y trasnochar. Comerás con cubiertos de Liberty, una fábrica americana que llegó a ser una de las más importantes del mundo, pero de la que ya solo quedan 40 trabajadores a causa de la crisis económica. Les encontramos un día leyendo el gigantesco The New York Times.
Las servilletas vienen de una fábrica textil de Alcoy, Alicante, y hemos elegido el diseño de la tela junto con ellos (te las querrás llevar a casa de mantel individual). Las cenas las iluminamos con lámparas de Flos, diseñadas por los hermanos Ronan & Erwan Bouroullec, que descienden como lianas urbanas en nuestros techos lejanos.